En el confinamiento decretado por causa del coronavirus, todas las labores vitales se han confundido en el mismo espacio y las pantallas se han convertido en un singular puente con lo que sucede afuera, con los demás. Muchxs Artistas se han encontrado con sus colegas de otras maneras a través de las pantallas, compartiendo su día día que se integra a su trabajo de mil maneras al no poder salir de un mismo espacio. Ese ánimo de compartir la casa, que es a la vez taller, y hacer de ese compartir un taller también, inspira esta serie que jugando con la idea de los realities de la «casa estudio» abre la cámara para que muchos puedan espiar estos diálogos entre artistas.
Esta idea de citas por internet surge de una conversación que tuve con la artista Diana Urazán. Y se encuadra perfecto hoy martes de la Semana de los museos que se pensó dedicar al «arte en cuarentena».

La conversación ya había empezado cuando me asomaba a la cotidianidad de Diana a través del Instagram. Allí pude ver cómo ella iba dibujando sus amigos en con marcadores. Un día ella en una de sus historias pidió que le mandaran una foto de la vida en cuarentena; yo me acababa de cortar la barba, así que le envié una foto de un par de días antes cuando todavía estaba barbudo. Cuando me vi dibujado, quedé feliz y le escribí a Diana para darle las gracias, y chateamos un poco, y pensamos que sería divertido inventar algo juntos.

Yo recordaba los ambientes que Diana creaba en su proyecto de Casa Aislada, y cómo allí pasó de todo y fue clave para que estudiantes de arte probaran fuera de la U a hacer de las suyas. Diana me contó cómo a través de los «live» había ahora una conversación muy rica entre artistas y que podría ser chévere armar algo así en llave con el museo. Pensamos en el potencial que tiene el fondo de cada conversación en los Zoom del día a día ahora, y en que sería bonito poner a hablar la casa de cada uno para ver qué nos decía de cada artista.
Así que decidimos que yo la entrevistaría para que comenzáramos la serie y luego ella propondría alguien más. Y así iríamos siguiendo el juego de dominó.

Le pedí una imagen para promocionar la charla y me envió esta de sus herramientas de trabajo dibujadas con sus marcadores, que estaba perfecta. Allí estaban los marcadores, pero también la cerveza, el computador, el encendedor… un poco todo lo necesario para hacer esos retratos en visita.

Hicimos una prueba el fin de semana, jugamos con el Zoom y con el Google Meet. Ella me mostró la casa y así ya teníamos una idea de lo que podía pasar, pero la cosa no era tener un guión sino algunas pistas para improvisar después. Muchas veces quedaba muy pixelado, así que quizás tendríamos que ser muy buenos describiendo para que la gente pudiera imaginar las piezas. Aunque debo aceptar que los pixeles tienen su gracia que conversan bien con las manchas de marcador.
Y hoy ya finalmente nos vimos para conversar.
Quien quiera puede ahora entrar al Live de FB que allí quedó el resultado.