Las transformaciones sociales en las formas de encontrarnos, conocernos e identificarnos han propiciado cambios en las instituciones. El museo no ha sido ajeno a estos cambios: ha pasado a ser un lugar de experiencia donde, a través del arte, se construyen escenarios para la vida y la transformación social partiendo de la activación del sujeto, quien como un péndulo, es invitado a cuestionar, explorar y expresar.