En la actual versión de la exposición Cali 71, ciudad de América. Entre proyecto y realidad, se dedica una sección importante al maestro Omar Rayo, en el contexto del momento que vivió la ciudad en la experimentación al interior de la gráfica, movimiento en el que el artista de Roldanillo jugó un papel fundamental, llegando a convertirse en uno de los nombres más importantes del arte abstracto latinoamericano. Hacen parte de la Colección del Museo una larga serie de los intaglios de Rayo, relieves de formas puras sobre fondo blanco, donde toman cuerpo los nudos y pliegues que serán un eje fundamental de toda su obra.
A continuación reproducimos las palabras del maestro Omar Rayo con motivo de la exposición Los Rayos del Museo Rayo y los Rayo del Museo la Tertulia realizada en diciembre de 1977 donde hubo un dialogo entre las dos instituciones a partir de las obras del maestro en ambas colecciones.
El Museo de Dibujo y Grabado Latinoamericanos es una institución de este continente. Para mí, este es un factor esencial. Nuestro arte es, en muchos casos, desconocido en sus propios países. Necesitamos centros donde se difunda, conserve, analice y catalogue. Nuestro museo estará a la cabeza de esta labor. Por esta misma razón es necesario que se haga en Roldanillo y no en otra parte del país. El arte todavía, más hoy que en otros tiempos, es producto de hombres de diferentes condiciones. Ellos nacen tanto en los pueblos como en las ciudades. Sus tradiciones, su mundo visual crece con ellos en las provincias de América Latina. En tiempos pasados, las capitales eran ventanas hacia el resto del mundo, difíciles de alcanzar para muchos. Ahora con los nuevos medios de comunicación instantánea no hay razón para esto. El arte debe ir a las provincias para encontrarse con la juventud creativa. Los artistas de nuestros países quieren participar en la totalidad de América Latina, y la totalidad de América Latina vive y respira en sus pequeñas ciudades. Yo estoy orgulloso de ser de Roldanillo y orgulloso de poder contribuir de alguna forma a su desarrollo. Mi ideal es que el Museo no sea el único; que sea el primero de muchos. Ya hemos hablado de una ruta de la cultura en el Occidente de Colombia. Ojalá algún día se pudiera hablar de una red de comunicaciones que cruce fronteras nacionales a través de ciudades como Roldanillo. Hemos tenido varias muestras de diferentes selecciones de la colección permanente en lugares tan diferentes como Nueva York, Roldanillo y Bucaramanga. Esta será la cuarta muestra en que establecemos este tipo de contacto internacional.
Decir que el arte de nuestro continente no tiene fronteras no es decir que no creo en el arte colombiano. Soy profundamente colombiano y el Museo lo será también. Nuestro propósito es también el de descubrir y educar el joven talento regional. Y nos asociaremos con toda institución que haga lo mismo. Roldanillo es una ciudad con un gran número de estudiantes de segunda enseñanza. Su entusiasmo y el deso que demuestran de ensanchar sus horizontes fue una de las razones por las cuales decidí fundar este museo. Como ellos, hay muchos jóvenes en Colombia. Les faltan oportunidades, sobre todo a nivel local. Tenemos en el país muchos artistas valiosos quienes saben lo difícil que es el camino para un talento incipiente. Para ellos tendrá un sentido especial exponer en nuestras salas, dar conferencias en nuestro teatro o clases de grabado en nuestro taller.
Una circunstancia importante es la de que el nuestro será el primer museo exclusivamente de Dibujo y Grabado en este hemisferio. Esta es otra labor imprescindible tanto para Colombia y América Latina como para el mundo moderno, ya que el grabado y el dibujo tienen una vigencia especial. Son dos ramas del arte cuya importancia se ha demostrado en la Bienal de Cali, pero que no tienen instituciones permanentes para su estudio. El Valle del Cauca es una región que produce papel y es natural que allí se desarrolle un museo para la obra hecha sobre papel. La obra gráfica es, además, de más fácil mantenimiento y transporte que la escultura o la pintura por ejemplo. Hay muchos museos dedicados a estas últimas técnicas. Las facilidades de una ciudad como Roldanillo son mucho más adecuadas para un museo con fines limitados. Estos fines limitados sirven más al arte y a las necesidades latinoamericanas.
El grabado y el dibujo son más asequibles tanto para el artista como para el comprador. Muchos de los jóvenes latinoamericanos que han podido aprender las técnicas de la gráfica han demostrado talento e interés en este campo. No existen escuelas en Colombia donde se puedan aprender. Por ello, una de las partes más importantes del Museo Rayo será el taller de grabado donde artistas conocidos podrán ir a enseñar sus conocimientos. Para el espectador, mientras el grabado no es tan inmediatamente impresionante como una escultura grande, puede transmitir todo el mundo estético de su creador. En nuestro museo tendremos, además de exposiciones, una biblioteca de arte donde los interesados podrán investigar todo lo que tiene que ver con el dibujo y el grabado y su relación con las demás artes visuales. También pensamos iniciar series de conferencias tanto de artistas como de críticos internacionales. Todo esto hará de nuestro museo lo que debe ser todo museo moderno: una universidad de la estética, una puerta que se abre al pensamiento moderno a través de la visión del creador.
En el Museo de Dibujo y Grabado Latinoamericanos, hemos querido fundar una institución dinámica que mira hacia el futuro y cuyos propósitos educativos, variados, serán un corazón vivo. La idea original, que fue la de construir una casa para mostrar mi obra, es solamente parte de nuestro fin total. 2.000 de mis grabados y dibujos y 500 obras de artistas latinoamericanos, adquiridas en el transcurso de mi carrera, constituyen la base de la colección permanente. Nuestro museo se abrirá con un acervo que pocos han tenido y sobre el cual pensamos continuar acrecentando una colección que será una atracción para los amantes del arte del mundo entero. Ustedes están viendo, en el Banco de Colombia, una parte muy pequeña de lo que ya es la colección del museo.
Esta no puede ser exclusivamente una obra mía. Es el producto de la imaginación y de la generosidad de muchas personas. El arquitecto Leopoldo Gout hizo la donación de los planos arquitectónicos que nos han dado un concepto físico del museo, que todo respeta a la ciudad y a sus habitantes, y al mismo tiempo permite el cambio sin traicionar jamás lo más importante que es la obra que allí se mostrará. La ciudad de Roldanillo ha donado el lote de terreno. Mis conciudadanos han trabajado conmigo para sacar el proyecto adelante. El señor Presidente de la República no vaciló el apropiar $ 1.000.000 a través de la Corporación Nacional de Turismo, sin descontar el enorme respaldo moral que nos ha venido dando. Congresistas de ambas Cámaras han entregado sus partidas para llevar a cabo la construcción, y el gobierno del Valle del Cauca ha contribuido con igual generosidad. Este es un buen comienzo sólido que nos da valor para seguir.
Para mí, este es un proyecto de por vida como lo es mi arte. Estoy tan convencido de su valor como estoy comprometido a seguir mi búsqueda estética. Creo en el museo porque creo en el arte latinoamericano y en el hombre latinoamericano que busca el progreso en su propia cultura.
OMAR RAYO
Nueva York, 1.976
Catálogos del Centro de documentación e investigación
Estos catálogos y más están disponibles para su consulta en el Centro de documentación e investigación del Museo.
El Centro de Documentación esta abierto a los investigadores, estudiantes, artistas y público en general de lunes a viernes (9:00 A.M. – 6:00 P.M.)
Para más información: cedoc@museolatertulia.com
The Documentation Center is open to researchers, students, artists and the general public from Monday to Friday (9:00 A.M. – 6:00 P.M.)
For more information: cedoc@museolatertulia.com